Técnicas de reciclaje


Una gran parte de la basura doméstica es reciclable; es importante separarla previamente para depositarla en los contenedores adecuados.

PAPEL. Evita el consumo innecesario de papel y cartón, reutilízalos cuando sea posible y, cuando no puedas darles más uso, deposítalos en el contenedor específico para papel y cartón. No todo el papel puede ser reciclado: elimina los plastificados, adhesivos, encerados, pañuelos y pañales.

VIDRIO. El vidrio no se descompone pero es un material muy fácil de reciclar (salvo excepciones como el procedente de ventanas, bombillas o pyrex). Elige envases retornables cuando sea posible.

LATAS. Evítalas siempre que puedas. Son fácilmente reciclables las latas de aluminio y otros productos alumínicos, como el papel, los platos o las bandejas de comida congelada.

PLÁSTICOS. Es importante evitar un consumo excesivo de productos que sean presentados en bolsas, bandejas, cajas protectoras de poliestireno expandido (corcho blanco), botellas, etc. Reutiliza estos objetos cuando sea posible y, cuando no puedas darles más uso, deposítalos en su contenedor correspondiente.

TETRABRICKS. Estos envases son fabricados con capas finas de celulosa, aluminio y plástico. La ventaja es que conservan bien los alimentos, apenas pesan y su forma facilita el almacenamiento. La desventaja es que están realizados con materiales de alto impacto ecológico y su reciclaje resulta muy costoso por la dificultad de separar el plástico del aluminio. Es preferible elegir productos presentados en envases de vidrio o de plástico.

PILAS. Son altamente contaminantes por su contenido en mercurio. Es importante depositarlas en contenedores específicos para ellas que encontrarás en supermercados y grandes superficies.